"LA GENTE MAS FELIZ, NO NECESARIAMENTE TIENE LO MEJOR DE TODO; SIMPLEMENTE DISFRUTA AL MAXIMO DE TODO LO QUE ESTA EN SU CAMINO"
DEFINICION
La salud mental es como pensamos, sentimos y actuamos cuando lidiamos con la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con otras personas y tomamos decisiones. Al igual que la salud física, la salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta.
Mantenerse mentalmente sano no siempre es fácil, especialmente durante tiempos difíciles. Estos son algunos consejos que pueden ayudar:
- Obtener el apoyo de familiares y amigos
- Encontrar tiempo para cuidarse a sí mismo y relajarse
- Tener un estilo de vida saludable, ejercitar regularmente
Salud mental es:
Es
algo que todos queremos para nosotros mismos, conozcamos su nombre o
no. Cuando hablamos de felicidad, paz mental, gozo o satisfacción,
usualmente estamos hablando de salud mental.
La
salud mental está relacionada con la vida diaria de cada persona.
Significa la forma de relacionarse – con sus familias, con sus
compañeros, en sus comunidades, en la escuela, en el trabajo, en los
juegos. Está relacionada con la forma en que cada persona armoniza sus
deseos, ambiciones, habilidades, ideales, sentimientos y conciencia, con
el fin de satisfacer las demandas de la vida. Tiene que ver con:
1. cómo te sientes contigo mismo 2. cómo te sientes con otras personas
3. cómo satisfaces las demandas de la vida
No
existe una línea definida que divida la salud mental de la falta de
ella, ya que hay diferentes grados de salud mental. Ninguna
característica por sí misma puede ser tomada como evidencia de buena
salud mental, ni la falta de una como evidencia de enfermedad mental; y
nadie tiene rasgo de buena salud mental todo el tiempo.
Una
forma de describir salud mental es describir personas mentalmente
saludables. El solo conocer lo que salud mental es, no significa que
puede ser mentalmente saludable, pero el saberlo puede ayudare a
comprenderla.
1. Se siente bien con ellos mismos.- No están sobrecargados con sus propias emociones – temores, angustia, amor, celos, culpabilidad o preocupaciones.
Pueden manejar los disgustos de la vida rápidamente.
Tienen una actitud tolerante y fácil de llevar hacia ellos mismos y hacia otros y pueden reírse de sí mismos.
Nunca menosprecian ni sobreestiman sus habilidades.
Pueden aceptar sus propias faltas.
Se tienen respeto a sí mismos.
Se sienten capaces de manejar la mayoría de las situaciones.
Sienten placer en las cosas simples de cada día.
- Son capaces de dar y recibir amor y de considerar los intereses de otras personas.
Tienen relaciones personales satisfactorias y duraderas.
Tienen simpatía con otras personas y confían en ellas y sienten que otros tienen los mismos sentimientos hacia ellos.
Respetan las muchas diferencias que encuentran en las personas.
Pueden sentirse parte de un grupo.
Tienen un sentido de responsabilidad hacia el prójimo.
Aceptan responsabilidades.
Adaptan su ambiente tanto como es posible; se ajustan a él siempre que es necesario.
Hacen planes por adelantado y no temen al futuro.
Aceptan gustosos nuevas experiencias e ideas.
Hacen uso de sus talentos.
Se ponen a sí mismos metas reales.
Son capaces de tomar sus propias decisiones.
Se sienten satisfechos en poner su máximo esfuerzo en lo que hacen.
4. Las malas condiciones laborales empeoran la salud mental más que el desempleo.
Las
malas condiciones laborales como un bajo sueldo o demasiado estrés e
inestabilidad empeoran la salud mental más que el desempleo, según un
estudio de la Universidad de Camberra en Australia, que se publica en
la revista «British Medical Journal». Los autores señalan que dado que
el estar empleado se asocia con una mejor salud mental que estar
desempleado, las políticas gubernamentales tienden a centrarse en los
riesgos de los que están en el paro, sin considerar el impacto que
podría tener la calidad del trabajo. Los datos proceden de siete fases
de recogida de datos de más de 7. 000 personas en edad laboral de una
encuesta nacional de hogares que se realiza cada año en Australia.
La
calidad ‘psicosocial’ en el trabajo se medía en relación a variables
como las demandas y la complejidad laboral; el nivel de control; la
seguridad percibida en el trabajo. Según los trabajadores, aquellos que
estaban desempleados tenían peor salud mental, de forma global, que
aquellos que trabajaban.
Las
personas con las peores condiciones laborales experimentaban el
declive más destacable en su salud mental a lo largo del tiempo, mayor
que la de quienes estaban desempleados. Existía una asociación lineal
entre el número de condiciones desfavorables en el trabajo y la salud
mental, cada una de estas condiciones adversas rebajaba las
puntuaciones en salud mental. Los resultados mostraban que conseguir un
trabajo con buenas condiciones laborales tras haber estado desempleado
mejoraba la salud mental en una media de tres puntos, pero conseguir
un trabajo con malas condiciones laborales era peor para la salud
mental que mantenerse en el paro, reduciéndose en 5, 6 puntos.
Según
apuntan los autores, los trabajos pagados confieren varios
beneficios, incluyendo un papel social definido, amistades y tiempo
estructurado. Pero los trabajos que permiten conseguir poco control son
muy estresantes y proporcionan pocos apoyos y recompensas y no son
buenos para la salud.